Cuidado natural del cachorro

Durante los veinte últimos días de gestación, los fetos ya responden al tacto, ya dan muestras de tener personalidad propia. Por tanto no debemos estresar a la madre y debemos asegurarnos de que su dieta es correcta, natural y equilibrada (ver “Cuidados naturales de la perra gestante”) porque todo les influye.

Tras el nacimiento; 0-12 días: Las dos primeras semanas: El cachorro nace sordo y ciego. Responde al tacto físico, se guía por el calor y el olfato y sobrevive gracias al reflejo labial; la madre lame sus mamas y él reptando acude a ellas. No regula su temperatura corporal y depende de su calor. Posee el reflejo perineal; él excreta las heces y la orina cuando la madre lame la zona caudal. Su sistema nervioso está aún sin mielinizar y por ello son lentos reaccionando a los estímulos, aunque en esta etapa maduran en cierta forma el control del pánico y por ello es aconsejable tocarlos y estimularlos aunque levemente, eso sí, se apoyan en la madre para sentirse seguros; si la madre no está y son estimulados en exceso pueden desarrollar una fobia, así que en esta etapa la falta de la madre provoca perros problemáticos y con inestabilidad emocional. Por lo demás no requieren más cuidados dado que la madre es la que les limpia, calienta y nutre si goza de una salud normal, sin la intervención humana. Tan sólo hay que dedicarse a la madre (ver “Cuidados naturales de la perra lactante”) y al “nido” que debe estar lo más limpio y ventilado posible; el lecho es preferible de hojas de periódico que de cualquier tela.

No es natural ni ético amputar rabos y espolones, pero si no hay más remedio, ésta debe ser la semana elegida pues el perro no tiene los nervios despiertos y no siente mucho dolor. Las heridas pueden ser desinfectadas con una parte de extracto de hamamelis diluido en dos partes de agua o unas gotas de tisana de manzanilla, y cicatrizan con aloe vera directamente. Los antisépticos químicos (Betadine) retrasan la cicatrización.

13-20 días: Tercera semana;  es el despertar o transición.  El cachorro abre los ojos y percibe la luz y el movimiento. Los estímulos dolorosos son más aparentes que antes y oye aunque no con claridad. Desaparece el reflejo labial pero ya reconocen a la madre mediante sus recién estrenados sentidos. En esta etapa cambiar a la madre es desastroso para su equilibrio. Inician la exploración y el juego. No se prohíbe relacionarse con ellos aunque no es aconsejable.

21-28 días. La cuarta semana de vida: Es la más conflictiva; en ella la madre les hace lo que se conoce como “imprinting”, “impregnación” o “troquelado”. Es decir, que acabe siendo un adulto estable y equilibrado depende de lo bien que salga esta fase. Sencillamente consiste en que el perro por fin tiene el sistema nervioso conectado y es extremadamente sensible. Ve y oye perfectamente y su memoria graba todo en su “disco duro”, por tanto no sólo la madre les enseña a ser perros, sino que cualquier estrés les deja traumatizados y podrían acabar siendo animales problemáticos. A partir del inicio de la cuarta semana está prohibido interactuar con ellos, tan sólo debería entrar a la perrera el cuidador a poner la comida con discreción.

Esta semana, la cuarta, así como también la quinta, sexta y séptima semanas de vida es la etapa de socialización canina. Ellos aprenden que son perros y sin ella tendrán crisis de identidad de adultos y no se relacionarán correctamente con los demás perros, serán frecuentes las peleas en el futuro por malentendidos entre ellos pues aprenden acerca de comunicación, jerarquía y respeto. Si el perro no pasa estas semanas con su madre y sus hermanos, no entenderá el lenguaje de su especie y creerá que es humano.

A partir de esta cuarta semana se inicia el destete progresivo pues ya tienen dientes. Hacer progresivo y lento el destete es muy importante para que sea un cachorro sano sin gusanos ni diarreas o moquillo. Nunca hay que tener prisa por que coman alimento sólido aunque las casas de piensos y los veterinarios opinen lo contrario. Para empezar el intestino del perro no está preparado para digerir nada más que no sea leche hasta la cuarta semana. Se puede empezar por leche de cabra o vaca espesada con miel y tibia, nunca caliente ni muy fría. La leche pasteurizada, esterilizada o en polvo no lleva suficientes vitaminas, sería preferible dar a los cachorros leche sin tratar. El destete lo iniciará el criador que entrará al nido de la madre de forma discreta sin interactuar con ellos.

Tras una semana con leche y miel, se puede iniciar la introducción progresiva de alimentos, empezando por los cereales integrales. En concreto los copos de cebada en polvo. Los copos de cebada están a la venta en herboristerías y debemos molerlos con un molinillo. Éstos son los más digestibles, aunque son sustituibles por copos de avena, más fáciles de encontrar. La papilla consta de: media taza de copos molidos, una cucharadita de almendra en polvo y media de anís en grano molido. Se mezcla, se añade una cucharadita de miel y una cucharada sopera de agua tibia y a esta pasta le añadimos la leche (no UHT) tibia. Esta papilla se administra dos veces al día y también es recomendable para la madre.

A lo largo de esta semana y cuando vea que a los cachorros ya les asoman los dientes hay que iniciar la carne cruda. Esto es así porque en la naturaleza la madre medio digiere la carne en su estómago y la regurgita para sus cachorros. Por tanto hay que hacer digestible la carne sin necesidad de cocción. Para ello mantengamos un filete de carne magra fuera de la nevera, colgado al aire como antaño hasta que se reblandezca. Raspemos con un cuchillo trocitos de ella, y demos una cucharadita de postre (dosis para una raza mediana) a cada cachorro. Cada tres días se incrementa la cantidad por cachorro hasta que a las ocho semanas, el fin del destete, coma dos cucharadas soperas de trocitos cada animal. No sirve la carne picada. Tras las ocho semanas de vida, hay que comenzar con la “Dieta Natural para Perro”.

8-12 semanas: A partir del fin de la séptima semana, se inicia la socialización humana. A lo largo de la octava semana es cuando deberemos adquirir o adoptar al perro. La madre le rechaza y es el momento de dejarla sino será excesivamente sumiso porque ella le machaca. Tampoco es conveniente que siga con los hermanos pues el más dominante también le domará el carácter. De hecho la 8º semana es la más importante para ti como dueño pues a lo largo de ella el animal te graba, si te conoce, como el objeto de su fidelidad hasta la muerte. Es probable que tu primer contacto con el animal sea a lo largo de esta octava semana. Si lo has adquirido en un criadero, debes presuponer que llegará parasitado pues ni la madre ha seguido la dieta natural ni los cuidados naturales durante la gestación, ni el cachorro ha sido destetado de forma natural, sino con pienso desvitalizado o sobras de casa.

Esta es la semana en que el veterinario tradicional recomienda para la desparasitación y primera vacuna. Debes hacerle saber que deseas cuidar al animal de forma natural y remediar sus dolencias con hierbas. Es el momento en que te suele aconsejar que el perro no ande por la calle ni huela los pipis de otros perros para no contagiarse, pero no es correcto para la normal socialización del animal pues en esta etapa es como una esponja que se empapa de nuevos conocimientos y graba su nueva rutina futura: el tipo de casa donde va a vivir, con quien se tiene que relacionar, los hábitos de higiene, los ruidos de la calle y el tipo de trabajo que se le pide como perro, bien sea compañía (y por tanto se le pide ser agradable con las personas), o todo lo contrario si va a ser para defensa, o para caza, pastoreo etc.… Esta fase de aprendizaje dura hasta los 6 meses en realidad, pero la 8º semana es la más importante. Si en esta etapa no le enseñas con firmeza sus nuevos hábitos porque es pequeñito y te da pena, cuando quieras enseñarle de mayor será tarde. De hecho, a partir del 4º mes (13-16 semanas) inicia un periodo equiparable a la adolescencia humana donde es gamberro y te reta pues busca su estatus en el núcleo familiar, busca dominar y suele no hacer caso y dar algún que otro mordisco: si no has sido ni sigues siendo firme, el perro se te puede apoderar (firmeza no es castigo humillante).

Si deseas cuidar a tu cachorro de ocho semanas de forma natural, no hagas mucho caso de los consejos del veterinario tradicional en cuanto a alimentación (que te recomendará pienso), y continúa con la papilla de leche y la carne cruda aumentando la dosis de ésta y disminuyendo paulatinamente la cantidad de papilla de leche conforme crece. Si tu cachorro está recién llegado de un criadero inicia ya la alimentación natural que es la única garantía de que tu animal acabe sin gusanos intestinales, ni tendencias a las diarreas o enfermedades víricas.

Debido al ciclo natural de los parásitos de los perros, es muy probable que algún gusano parasite a tu animal. Debes saber que si su forma de alimentarse es la correcta, su intestino está limpio y libre de restos pegados y mucosidad, por lo que para el parásito será muy difícil el quedarse. Además si has cuidado a la madre de forma natural habrás administrado algún antiparasitario natural durante la gestación. De todas formas si deseas prevenir, hay anti parasitarios naturales que limpian y desinfectan el intestino, como el ajo, el cardo mariano, la semilla de pomelo, la semilla de calabaza, la raíz de genciana, la mirra, la raíz de cúrcuma y cualquier cosa más que puedan recomendarte en las herboristerías. Estas hierbas no irritan su intestino como lo hacen los antiparasitarios tradicionales. Si el cachorro es recién comprado está irremediablemente parasitado. Hay desparasitaciones naturales (ver “Gusanos”) a base de ayuno, laxantes y hierbas. Más tarde, podrás iniciar la dieta natural con carne cruda como se indica más arriba, única forma de asegurar un digestivo sano a prueba de enfermedades.

En cuanto a las vacunas, la auténtica protección contra las enfermedades es una dieta correcta  con alimentos integrales crudos y plantas desinfectantes y antihelmínticas. Una vacuna a menudo proporciona una mínima protección (pregunta a cualquier veterinario tradicional cuántos cachorros vacunados contra el moquillo acaban enfermando justamente de moquillo) y arruina la salud. Inyectas en su torrente circulatorio bacterias y virus atenuados o muertos que malgastan las energías que usarían en su crecimiento para combatir toxinas. Eso es aumentar el programa de anti naturalidad al animal, entre otras cosas, la inoculación disminuye la resistencia natural de un perro contra la enfermedad. Si tu cachorro enferma de cualquiera de las enfermedades contra las que actualmente se vacuna, usa el ayuno de un día, usa el laxante natural esa misma noche del ayuno, usa hierbas desinfectantes como píldoras caseras de ajo machacado, aceite de eucalipto, harina integral de trigo y miel, todo junto y dividido en pequeñas dosis semejantes a píldoras, un par de veces al día.

Entre el 4º y 8º mes cambian la dentadura de leche, es el momento de abandonar la alimentación con papilla de leche de cachorro e iniciar la “Dieta Natural para Perro” y a partir del 6º mes hasta el 14º, dependiendo de las razas pueden entrar ya en la pubertad. En ese momento es muy probable que rechace y tema todo lo que no le ha sido presentado: bicicletas, niños, petardos… has perdido tu oportunidad de acostumbrarlo a todo lo que deseas de él y puede darte problemas. Al año y ya completamente maduro, el animal puede querer volver a estructurar la escala jerárquica y debes estar atento para que no se haga con el liderazgo de tu hogar.

El tema de la pubertad es también todo un dilema. El veterinario tradicional te dirá que está bien inyectar hormonas para impedir las molestias que un animal en celo genera. Eso es muy perjudicial para el animal y muy egoísta por nuestra parte. El equilibrio interior es muy delicado y se profana con hormonas sintéticas que causan tumores en las mamas y útero, y alopecias. Si te es posible, no inyectes ningún tipo de hormona a tus animales. Si te es posible, deja que de vez en cuando tu animal críe; es natural y muy enriquecedor como experiencia. Pero la mayoría de los celos en que no desees hacer criar a tu perra usa estos consejos: Busca algo con olor fuerte como algún derivado del petróleo (combustible para lámparas) o polvos de talco con algo picante o acre como el ajenjo que es muy amargo o ceniza, o algún condimento, sé original, y baja a la calle cada vez que tu perra esté en celo, y rocía sobre los excrementos u orines con eso para eliminar los efluvios de las feromonas. Puedes también friccionar los cuartos traseros de la perra con un algodón húmedo de agua y con gotas de aceite de eucalipto (ojo, no sobre la vulva ni la mucosa vaginal). Con este sencillo truco te evitas las molestias de pasear con una perra en celo.

EL CACHORRO HUÉRFANO

Nunca deberíamos separar al cachorro de su madre antes de las ocho semanas por su bienestar psicológico, pero si por causas de fuerza mayor, un cachorro se ve huérfano, hay determinadas cosas que podemos hacer por él.

Los doce primeros días de vida es ciego y sordo, necesita contacto físico y calor, discrimina por el olfato y te reconocerá cuando le acerques el biberón. En esta etapa el estímulo y la manipulación van bien para que luego no sea un adulto muy temeroso.

De los trece hasta los veinte días de vida despiertan la vista y el oído, también el dolor. Pero la etapa fundamental del cachorro comienza a partir de la tercera semana, el día veintiuno de su vida pues la madre les hace el imprinting, impregnación o troquelado. Es un periodo conflictivo pues su “disco duro” graba ya las experiencias y la madre les enseña a ser perros; el lenguaje canino. Tu perro huérfano grabará tus rutinas y desconocerá para siempre el lenguaje canino, así que deberás tener cuidado de no relacionarlo mucho en el parque con otros perros para que no haya conflictos. No aprenderá jerarquía social ni respeto al acercarse a otros animales y puede llevarse algún que otro bocado. Por ser un periodo tan sensible, los sustos o sufrimientos en esta etapa lo dejarán traumatizado para siempre; cuidado con quien lo toca y con los ruidos fuertes como las bodas o las fallas.

Aún así podemos hacer cosas por él; para que no sea un adulto muy temeroso e inestable, lo mejor es darle compañía permanente. De hecho un cachorro se amamanta de forma natural cada dos horas y cada cuatro por la noche aproximadamente mientras es muy pequeño, luego cada tres horas durante el día y una sola toma de noche hasta cuatro tomas al día sin toma nocturna. Es como un bebé; si llora, sobre todo de noche, puede ser útil colocar un reloj pues el tictac puede semejar el latido de la madre, pero lo más seguro es que tenga frío. Bolsas de agua caliente entre las toallas del nido o una almohadilla eléctrica al mínimo solucionan el llanto nocturno.

Hay que mantener muy limpia su zona anal. Con algodón empapado en agua tibia y unas gotas de aceite se hacen masajes para que el animal orine y defeque. Hay que hacerlo después de cada comida. Hay que vigilar siempre el tamaño de su vientre: si se hincha es que retiene las heces y debemos ayudarle a evacuar frecuentemente con algún lubricante como un palito de algodón empapado en aceite y omitir la siguiente comida hasta que se normalice. Todo esto hay que hacerlo hasta que veas que orina y defeca por sí sólo.

Los biberones consistirán en leche fresca cruda de vaca o cabra. Estas leches, sobre todo la de vaca, comparadas con la leche de la perra son muy diluidas, muy ricas en lactosa (azúcar) y pobres en grasas y minerales. Así pues deberemos adecuar la leche de vaca o cabra a las necesidades de los cachorros, ya que esta es la causa de que dicha leche produzca diarreas a nuestros animales. Si en un vaso ponemos un tercio (100 ml) de leche de vaca, otro de nata para cocinar al 12% materia grasa aproximadamente, y una yema de huevo cruda, imitamos la concentración y cantidad de grasas y minerales de la leche de la perra. En el caso del gato podemos usar esta fórmula o también leche cruda diluida por el agua de los copos de avena puestos a macerar el día anterior, y miel. La dosis es; una taza de leche cruda con dos cucharadas del agua de avena, una cucharada de miel, unas gotas de aceite de almendras o de maíz, o de sésamo, con una yema de huevo (esta no en todas las tomas, sólo dos veces al día). En vez de agua sola, se pueden macerar los copos de avena en manzanilla y así servirá como calmante para la ansiedad del animal. El aceite y la yema de huevo también tienen la misión de aumentar el contenido en grasa y minerales y diluir la lactosa de esas leches.

A partir de la segunda semana también pondremos una cucharada de café de copos de avena a la solución.

En el agua de beber pondremos un poco de agua de cebada. Se prepara de la misma forma; pondremos a macerar la noche anterior cebada integral en agua tibia y por la mañana colaremos el resultado, añadiendo ese líquido al agua de beber. Es un laxante muy suave y un calmante digestivo.

Al mes de vida hay que sacarlo del cajón por las mañanas para que le de la luz del sol pero asegurándose de que tiene cerca una sombra por si la necesita y recluirlo el resto del tiempo.

A partir de las ocho semanas iniciaremos el destete natural y progresivo (ver “Cuidados naturales del cachorro)

Otro punto a tener en cuenta es que tu cachorro huérfano ha nacido con gusanos que la desaparecida madre le transmitió durante la gestación. Este hecho no se puede evitar pero se puede prevenir la infestación dando a partir de la segunda semana algún antiparasitario vegetal suave en algún biberón (no todos) como extractos o gotas que pediréis en la herboristería de cualquiera de estas cosas: ajo, cardo mariano, semilla de pomelo o calabaza, raíz de genciana, mirra, raíz de cúrcuma o cualquier otra cosa que os recomienden.

La artificiosidad en la medicina, la alimentación y la agricultura del mundo occidental, nos está enfermando a todos en general y a nuestros animales de compañía en particular, pero la Naturaleza no decepciona a quienes acatan sus leyes sencillas.

Concha Català Alcaide.

Licenciada en Veterinaria por la Universitat Autónoma de Barcelona, curso 84-89.

 

 

 

 

 

 

10 comentarios en “Cuidado natural del cachorro

  1. Hola Concha, en un terreno mio encontre una perra callejera recien parida y me la traje a casa temporalmente con sus crias, quedan 3; tienen 3 semanas y leo que ya toca ir dandoles comida diferente a la materna….pero cada artculo que leo dice algo distinto:
    – Unos que la formula casera tenga leche, pero otros que la leche de vaca es mala por la intolerancia a la lactosa y a ciertas proteinas (cosa que tuve ocasion de comprobar en una camada hace años);
    – unos que la formula casera se le ponga miel, otros que la miel no porque puede llevar bacterias fatales, y ademas el subidon de azucar para la cria
    – unos que los cereales no porque no son naturales para un perro, otros que sí…..
    – unos que se incluya solo la yema de huevo crudo, otros que tambien la clara porque aunque tenga avidina no es tanta como para neutralizar a la B8
    – resecto a la carne cruda, hacerla más digestible dejandola curar al aire, pero en el ambiente tropical en el que vivo ¿no proliferarian bacterias fatales para las crias?
    Me gustaría que me aclares estas dudas por fa.
    el caso es que ante tantas contradicciones al final tendre que ir al super y comprar potitos Gerber y ya esta

    • Hola José, mi consejo; con respecto a la leche de vaca, tienes razón, no está equilibrada para que el digestivo de un cachorro la digiera, la leche de la perra no tiene tanto azúcar y grasa y sí más proteína, por tanto, mejor no se la administres y si lo haces añade nata y yema de huevo para diluir el exceso de lactosa. En cuanto a lo demás, no me parece importante porque ni la miel, ni los cereales, ni la carne curada al aire han perjudicado nunca el buen desarrollo de un cachorro, aunque lo más sensato es imitar al máximo lo que comería un cachorro al destete en la naturaleza; carne cruda de una víctima que no necesariamente acaba de morir pues el estómago de los perros está adaptado con potentes enzimas digestivas para neutralizar las bacterias mucho mejor que el nuestro.

      Un saludo

  2. Aprecio y agradesco por su blog, es informacion muy valiosas y util para los que deseamos una vida sana y plena tanto para nueastras mascotas como para nosotros mismo.

  3. Hola, he llegado a este blog por que mi perra labrador de 3 años dio a luz y ya los cachorritos tienen 34 días, me doy cuenta que no he hecho ninguna de estas recomendaciones. Ignoraba el 99% de la información que acá hay y mis hijos han interactuado con los cachorritos prácticamente desde la semana de nacidos. La perra ha dejado de atenderlos desde casi la 4ta semana, no los lame no los amamanta nada de nada. Creo que nuestra presencia a invadido y anulado su rol (por ignorancia). He comprado pienso por que lo ha recomendado el veterinario es una camada de 9 cachorritos, que presentan 4 de ellos una dermatitis bacteriana en la colita y algunas patitas. A raiz de toda esta información pienso en seguir las recomendaciones alimenticias. Pero cómo puedo hacer para combinarla con el pienso -dog chow para cachorros- que ya tengo en casa. y que puedo hacer ahora para mejorar su calidad de vida. La madre hoy no quiso comer, le damos arroz con carne de cerdo cruda. y lo ha rechazado. Aparentemente esta cambiando el pelaje por que tiene zonas sin pelo. Tenemos pensado quedarnos con 2 cachorritos, pero la madre los rechaza que podemos hacer? muchas gracias por toda la información, saludos

    • Hola Alexa, por lo que cuentas, parece que la perra tiene algún problema; la alopecia, el rechazo de cachorros y comida no son naturales en una lactancia, máxime si los cachorros ya presentan lesiones en la piel… Mi consejo es que acudas a un veterinario. En cuanto a la comida de los cachorritos, siempre cambios graduales, mezcla el pienso con la comida cruda unos días y luego retíralo y dales de comer sólo alimentación natural.
      Suerte

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