Gusanos

Hay dos tipos de gusano que parasitan los intestinos de nuestros animales; tipo lombriz y tipo tenia. Entre ellos hay parasitaciones muy peligrosas para el ser humano transmitidas por los perros, como el quiste hidatídico.

El huevo del gusano entra por boca, sea por suelo infestado, por agua infestada, por la leche de la perra contagiada, o por pulgas, o la ingestión de carne de animales con quistes de parásitos, por moscas y sus larvas, y las aves y sus heces, sobre todo las de gallina.

Eso demuestra que es imposible evitar que un cachorro o un adulto, o nosotros no acabemos parasitados. Lo que sí es posible, es evitar que los huevos de esos gusanos se desarrollen. Un gusano o dos en un intestino no es ningún motivo de alarma. Sí lo es una infestación, y esta se evita manteniendo el medio interior del animal limpio y sano con la dieta carnívora cruda y natural, y ayunos regulares además de criaderos higiénicos. Un análisis de las heces del animal es aconsejable (en la visita impediremos que el veterinario desparasite al animal con sus medicamentos químicos o le vacune y le haremos saber que deseamos tratar al animal con hierbas). Si no tenemos la opción del análisis haremos un poco de todo lo recomendado a continuación. La presencia de una tenia, por ejemplo, supone que el intestino cuenta con depósitos de mucosidades y suciedad generadas por digestiones irritantes debido a dietas inadecuadas a base de carne cocida.  Si acudes a un veterinario tradicional te recetará un medicamento que no sólo irritará más el intestino, sino que puede no ser efectivo, pues los parásitos suelen protegerse en los pliegues más recónditos y llenos de mugre donde el químico no alcanza.

Sólo con dieta se logra su eliminación:

Empezaremos por las lombrices del cachorro (Ascarides lumbricoides) hay que comenzar el tratamiento antes del nacimiento pues la madre es la que los transmite a los embriones a través de la placenta. Hay que desinfectar su sistema sanguíneo y posteriormente su leche, con ajo. Y tras el destete siguiendo la dieta natural impedimos que los gusanos tengan un soporte de suciedad para quedarse a vivir en los cachorros.

Pero si hemos adquirido un cachorro, supongámosle infestado. Estos gusanos son más sencillos de eliminar que la tenia. Comencemos con un ayuno de un día a base de agua para cachorros y de dos días para animales de más de 6 meses. Se puede añadir una cucharadita de miel en el agua del cachorro, en los demás sólo agua. En la primera noche de ayuno una fuerte dosis de aceite de ricino para evacuar:

-Una cucharadita de café para cachorros menores de 3 meses.

-Una cucharada de postre para cachorros entre 3 y 6 meses o adultos de razas toy.

-Una cucharada sopera para adulto talla pequeña.

-Una cucharada y media para un perro adulto tipo medio.

-Dos cucharadas para uno de talla grande.

Al día siguiente haremos nuestro propio antiparasitario con forma de galletas vegetales. Mezclando ajo crudo machacado, ruda fresca, aceite de eucalipto, ajenjo fresco, pimentón picante, jengibre en polvo o crudo machacado y demás hiervas ya comentadas (ver cuidados naturales del cachorro), hechas con miel y harina integral de trigo o de avena. Machacar y mezclar bien las hierbas elegidas y liar con miel y la harina integral. Hacer galletas del tamaño de la garganta del animal para que puedan ser tragadas sin molestias. Introducir una en la garganta para ser tragada entera cada día. Guardar el resto en un tarro de cristal en la nevera. Treinta minutos después de la galleta dar un laxante de aceite de ricino de nuevo a misma dosis,  y otros treinta minutos después dar una papilla caliente de leche, copos de avena ablandada y miel. Ha de ser semi-líquida. Si está tan trastornado que vomita la comida, se dejan transcurrir treinta minutos más y se vuelve a dar.  Es importante esta comida pues actúa como una gelatina suave que arrastra a los gusanos al exterior.

Tras la expulsión dejar al animal al menos tres días a base de papilla de leche, miel y copos de avena, a pequeñas dosis muchas veces al día. Además continuaremos dando las galletas desparasitantes (las que han sobrado del primer día), una por la mañana,  y por las noches un laxante suave como leche de magnesia, (dejaremos estar el aceite ricino).

Tras ese periodo de tres días introducir los alimentos sólidos y crudos de la dieta natural poco a poco, y terminar con el laxante nocturno. Sí continuaremos con la galleta anti parásitos hasta que se acabe (no menos de 18 días) y añadiremos a la dieta sólida alimentos como coco crudo, rallado, la zanahoria cruda, rallada, granos crudos de calabaza, molidos, granos crudos y cortados de papaya, granos de uva y pipas de melón, enteros, y ajo crudo picado finamente. No todos a la vez, alguna cosa cada día, porque son buenos expulsando parásitos.

A los quince días es normal cierta reinfestación. Se puede repetir el tratamiento de ayuno, papilla y ricino, de hecho se puede hacer durante varios días cada mes. Se puede, esta vez dar las galletas durante más de 18 días, ya que es inocuo y tonifica en vez de desmejorarlo.

Lo que adoran los gusanos son las grasas, los azúcares y la leche. Una forma de combatirlos sería hacer la papilla con copos de avena y leche descremada y aguada, y pescado ligeramente hervido como primera opción en vez de la carne cruda al introducir los alimentos sólidos.

Si el gusano presente en las heces del cachorro es del tipo Ascárides vermiculares además de todo lo descrito es necesario un enema además del aceite de ricino el segundo día. Se hace una infusión de tabaco comprando un puro en un estanco o con cigarrillos (aunque esta opción es peor por las sustancias químicas que les añaden). Se enfría y cuando esté tibia se introduce un cuarto de litro aproximadamente en el ano del animal para un perro de talla media. Cuando el enema ha sido expulsado, se baña el ano con una infusión de lavanda o romero. Si se trata de una hembra, también bañaremos su vagina con romero o lavanda pues el gusano también la parasita ahí. Si el parásito es un Oxiuro (notarás su presencia porque causa mucha irritación en el ano y el animal lo arrastra por el suelo desesperadamente) hay que hacer todo lo dicho anteriormente inclusive el enema que ahora puede ser también de agua salada.

Si el parásito es un Ancylostoma caninum provocará también un estado anémico que combatiremos primero con los consejos dietéticos para combatir los gusanos redondos (sin el enema) y además combatiendo la anemia con cualquiera de los frutos de color negro como la mora, el arándano, la baya de saúco o la uva negra. Aplastadas con el cereal de la dieta natural o también su infusión como el hidratante del cereal de la dieta sirve. Si no encontramos frutos negros, la ortiga tiene mucho hierro natural, así como huevos crudos, algas marinas, melaza o perejil; los perfectos remineralizantes. El hierro sintético que receta el profesional tradicional produce estreñimiento y agrava la anemia.

Ya por último, si tu perro tiene una tenia (cosa que notarás en las heces si hay presencia constante de granitos blancos como gramos de arroz sin digerir) es más difícil de eliminar pues ésta se esconde entre los pliegues intestinales y la suciedad de las dietas no carnívoras. Para eliminarla es imprescindible también una limpieza interior a base de ayuno, ricino y papilla descritos para los anteriores gusanos.

Pero en cuanto a la galleta antiparasitaria, es fundamental el ajo crudo machacado a altas dosis. También añadiremos mucho pimentón del picante y jengibre (los tres en cantidades mayores que para las lombrices).  Son sustituibles perfectamente por salsa de tabasco, unas 20 gotas, con la harina y la miel. Para profilaxis simplemente rociar la comida diaria con dos gotas de tabasco un par de veces al día.

Hay más tratamientos herbolarios que combaten la tenia: 15 gr de aceite de helecho macho o el aceite de helecho Aspidium filix mas  mezclados con 15 gr de aceite de maíz, por boca por la mañana en vez de la galleta, y luego el ricino etc.

También se usa la nuez de areca muy buena para que la tenia se suelte de la mucosa. En este caso se ralla igual que la nuez moscada y se administra inmediatamente también en forma de galleta con miel y harina, sólo que haremos diariamente el preparado pues una vez rallado pierde su valor terapéutico muy rápido. Es tan fuerte que no es recomendable en cachorros muy pequeños, hembras preñadas o razas toy.

La granada posee un ingrediente activo que elimina y expulsa los parásitos, en la piel y la corteza del fruto. Se pueden añadir a la galleta.

El carbón vegetal, de venta en herboristerías también es adecuado para la lucha contra los parásitos pues absorbe las impurezas de los órganos internos aunque no es bueno su uso durante más de un mes. Se puede dar en forma de tabletas o comprimidos junto con la galleta.

La naturaleza no decepciona a quienes acatan sus leyes sencillas.

 

 

Concha Català Alcaide.

Licenciada en Veterinaria por la Universitat Autónoma de Barcelona, curso 84-89.

Cuidado natural de la perra gestante y lactante

El cuidado de la perra gestante es en general desatendido por la mayoría de nosotros. Existe la creencia popular de que el único cuidado que requiere es la sobrealimentación, que es antinatural y desemboca en cachorros pesados e inactivos que dan problemas a la hora del parto. A veces se les receta minerales o vitaminas químicas que osifican en exceso el esqueleto de los fetitos y también dan problemas a la hora del parto.

La salud de la futura camada depende mucho de la salud de la madre durante la gestación. Es fundamental una alimentación natural para que el futuro cachorro no sea propenso a parasitaciones, o diarreas tipo parvovirosis.

El primer cuidado natural si deseamos criar una camada de cachorros empieza  durante el celo de la madre. Elegiremos los celos del invierno para que la camada nazca en primavera pues esa es la época natural de los partos en el mundo canino. El cachorro nacido en primavera tiene más vigor y salud, y es por una cuestión de la calidad de la hierba que la perra ingiere indirectamente a través de la carne del herbívoro de su dieta. A la hora de elegir al padre, deberemos respetar las preferencias de la hembra y no dejarnos llevar por la estética y obligar al animal a cruzarse con un macho que ella rechaza. Durante el celo ocurre una sutil pérdida de sangre semejante a la regla femenina. Esta supuración constituye una oportunidad para eliminar toxinas del organismo y si el animal está muy intoxicado por dietas erróneas o piensos desnaturalizados, la sangre se vuelve abundante y maloliente. Por tanto para evitar esta situación no sólo la perra debe ser alimentada con carne cruda y cereal parcialmente digerido, sino que daremos menos cantidad de alimento durante el celo para no sobrecargar el organismo. Podemos además usar infusiones de ciertas hierbas como el líquido donde macerar sus cereales integrales (ver “DIETA NATURAL PARA PERRO”); hojas de frambuesa silvestre, manzanilla, flor de saúco o infusión de escaramujo de la rosa son las más adecuadas.

A lo largo de toda la gestación es conveniente dar de vez en cuando algún antiparasitario natural pues debido al ciclo normal de los parásitos del perro, no podemos evitar que los huevos circulen por la sangre de la perra y acaben en el intestino del cachorro nonato. Se recomienda el ajo, el cardo mariano, la semilla de pomelo y de calabaza, la raíz de genciana, la mirra, la raíz de cúrcuma o cualquier otro compuesto natural que te recomienden en la herboristería.

Una vez preñada la dieta más que nunca debe consistir en alimentos CRUDOS y cereales medio digeridos en cantidades adecuadas. A mitad de embarazo, hacia la cuarta semana, la perra rechaza la comida y se autoimpone un ayuno. Hay que respetarlo, como mucho podemos dar leche cruda con miel. Luego volverá el apetito normal y hasta aumentado. Entonces nos daremos cuenta de que una perra saludable requiere menos alimento que otra en mal estado de salud. De hecho, una de las pruebas de fuego para averiguar si un pienso es de buena calidad o no, es el sobreesfuerzo de la maternidad. Si un alimento no lleva suficientes nutrientes, se come más cantidad para compensar y tras el parto la perra queda en un estado de delgadez extrema una vez inicia la lactación. Si el alimento es digestible y equilibrado no comerá de él más que lo necesario y tras el parto conservará su peso y su vitalidad.

De lo que sí aumentaremos el consumo es de leche cruda y fresca (a poder ser sin tratamiento UHT o pasteurización) para asegurar el aporte de calcio correcto y abundante agua pura asequible día y noche. También deberemos aumentar el consumo de minerales naturales con  algas marinas en polvo y/o ortiga. El alga de elección será la espirulina, de venta en cualquier herboristería. La debemos espolvorear sobre la carne cruda.

A partir de la octava semana de gestación, ya cerca del parto, se debe suavizar la alimentación para que la perra tenga un parto fácil y rápido. Se reducirá la ración de carne y se aumentará la leche fresca cruda con copos de avena o cebada hasta el parto en el que tan sólo daremos leche y miel a la perra, siguiendo esta dieta hasta varios días tras el parto. En esa semana pre y post parto no debería ingerir alimentos sólidos, eso reduce drásticamente las complicaciones en el parto pues las fuerzas usadas para el proceso de la digestión se liberan y se ponen a disposición del parto. De hecho es muy frecuente que sea la propia perra la que ayune voluntariamente el día del parto y las veinticuatro horas siguientes.

Hay una hierba excelente para la gestación y el parto saludables; la hoja del frambueso silvestre. Deberíamos pedirla en nuestra herboristería y usar la infusión como hidratante de los cereales a lo largo de todo el proceso. Es una hierba conocida desde la antigüedad como tonificante de los órganos reproductores. También sirven los brotes del frambueso silvestre y del rosal bravío, la camomila o manzanilla, la matricaria y el poleo.

Además de las hierbas y los requerimientos dietéticos, es fundamental el ejercicio físico unas dos horas al día en libertad.

En cuanto a la perra lactante, daremos la dieta de la gestante incrementando las cantidades. Daremos mucha leche con miel y el cereal de elección para mezclar con la carne será la avena que favorece la lactancia y es la más asimilable.

Aumentan la producción de leche de la perra; la leche no pasteurizada de vaca o de cabra, la zanahoria cruda rallada (o cocida triturada), copos de avena con dátiles picados, trigo integral, centeno, judías, algas marinas en polvo, melaza, miel, huevos crudos, té de linaria y los piñones, la planta de malvavisco, el hinojo, la borraja (las tres en infusión) y el agua potable y pura en abundancia.

Si damos un ajo machacado o en galletas de miel y harina integral, a diario a la madre, conseguimos desparasitar a los cachorros a través de su leche.

Si continuamos mezclando algas en polvo con la ración diaria de carne prevenimos la carencia de calcio y yodo y los problemas de postparto de la perra asociados como la eclampsia.

El ayuno es muy recomendable en esta etapa de la vida de la perra pues favorece la limpieza corporal general; es suficiente con medio día de ayuno a la semana y un día completo al mes. Este día de ayuno completo al mes es esencial tanto para la gestación como para la lactancia pues limpia el cuerpo del animal por dentro.

También es muy recomendable ofrecer un lugar tranquilo para el adecuado descanso y mucho cariño. Si se nota muy exhausta a la perra se le puede dar zumo de uva fresca (también vale el zumo embotellado) o miel.

Cuando destetamos a los cachorros, la leche suele desaparecer de forma natural, pero si no lo hace podemos dar infusión de menta común tres veces al día o zumo de pepino crudo dos veces al día. Aceite alcanforado (Vichs Vaporub sirve) en forma de masaje en las mamas hinchadas y doloridas los primeros días y luego continuar con masajes de vinagre caliente hasta la normalidad.

 

La naturaleza no decepciona a quienes acatan sus leyes sencillas.